miércoles, 11 de diciembre de 2019

La familia militar

Tradicionalmente, el servicio de cirugía pediátrica hace una reunión en Diciembre, profesores, residentes y familiares comparten una cena, es el momento de hacer historia, recordar anécdotas, sobre todo, nosotros los viejos. La vida se vuelve anécdotas, se escucha un comentario y por ese, se recuerda un hecho. Que bueno volver a vivir, recordar ese pasado, que fue bueno, y eso nos ha llevado a mantener una relación de amistad y respeto. Genial, se pueden evaluar logros y fracasos, los avances tecnológicos, las nuevas técnicas, El Progreso de las nuevas generaciones, grato ver esa evolución, cada día mejor, satisfacción para el servicio.
El tiempo, no perdona y cobra su precio, algunos se han ido, otros se están retirando, duele hacerlo, pero es necesario, los nuevos, necesitan espacio y las facultades mentales se van disminuyendo, esas habilidades quedan en el pasado, duro admitirlo, pero real.

viernes, 22 de febrero de 2019

Cincuenta años. Cirugía pediátrica

El Hospital Militar Central celebró el  aniversario 50, de la creación del servicio de cirugía pediátrica.

Se programó un evento con conferencias, siguiendo un programa corto pero eficiente, se hizo un recuento de la cirugía pediátrica en Colombia, las formación de nuevos centros de entrenamiento, se recordaron los pioneros: Bernardo Ochoa, El coronel Juan Jiménez, y los más allegados a nuestro servicio, el Dr. Efraín Bonilla, Mizrahim Méndez, Gabriel Rozo Rojas y las nuevas generaciones, donde comenzamos a aparecer. El Dr. Luis Carlos Rincón. Actual jefe del servicio, en su recuento de la historia, nos mencionó, con palabra muy generosas, recordamos al Dr. Emilio Alvares, mi compañero y amigo, y las generaciones más recientes.
Cristina Villa, Margarita Martinez, Andrés Villegas, Martín Gómez, Pedro Villamizar, Luis Carlos Rincón
En la programacion se hace un reconocimiento al Dr. Mauricio Bernal y a este servidor


Un momento agradable, se siente que el esfuerzo y trabajo dieron resultados, que lo hecho se reconoce, la actual directora del hospital, la mayor general Clara Galvis, nos condecoró ý además, sus palabras fueron  muy generosas, con nosotros y en general con el servicio de cirugía pediátrica.
Este evento sirvió, para volver a tener contacto con alumnos, amigos, y cirujanos de otros servicios, que agradable recibir ese afecto y reconocimiento, de las pocas cosas hechas. 
Las damas marcaron muy bien el evento.
Fueron mis residentes durante el corto periodo en el Hospital, en mi segunda contratación, hoy son brillantes profesionales, que triunfan en su profesión.
El final, un almuerzo de compañeros, en el club del comercio.
De regreso a mi casa, vuelan recuerdos, de esa época, las buenas y las malas, se recuerdan grandes profesores, no solo en Medicina, también en comportamiento, enseñaron rectitud, honestidad y el ejercicio bueno de la medicina, se resalta Al Dr. Hernando Galvis Espinosa, al Dr. Joaquín Silva Silva, Alfonso Bonilla Naar, y muy especialmente al Dr. Gabriel Rozo Rojas, quien me indujo a la Cirugía pediátrica. Que bueno ser recordado así,  en la mejor época y cuando llegue el deterioro normal, no se den cuenta. 
El Hospital Militar fue mi casa de formacion, lo recuerdo con alegria, mis mejores momentos, buenos amigos y colegas, grato saludar al camillero amigo, al ascensorista que te conoce y recuerda, Lucho de la biblioteca. 
Comparto este honor con mi esposa Judith, con mis hijos:Oscar, Pilar, Carlos y Ana.


Sergio no pudo tener ese gusto, como lo siento.

viernes, 14 de noviembre de 2014

sábado, 24 de diciembre de 2011

Navidad 2011


La reunión del servicio tradicional. Desde los tiempos de Dr. Gabriel Rozo, se continúa haciendo. Siempre se reúnen los especialistas con sus residentes y a veces algún interno. No faltan las bromas, se revisa lo bueno y lo malo, los éxitos y los fracasos, los proyectos terminados y los futuros. Esa ha sido la tradición. En esta oportunidad el tiempo no alcanzó. Llegué tarde, pero mis pensamientos estuvieron presentes. Este servicio de Cirugía pediátrica del Hospital Militar Central, me ha dado mucho, aprendí las primeras letras de la cirugía pediátrica con el Dr. Rozo y luego el final de mi carrera como especialista. Hace un año dejé el servicio. Intento continuar vinculado con los residentes y especialistas actuales. Villavicencio es mi nuevo lugar de trabajo, más tranquilo, buen volumen para mantenerse ocupado y con retos que superar. Un saludo para los doctores: Bernal, Rincón, Peña, Villegas, Luengas y los residentes. Se extrañan las instituciones: Hospital San Ignacio, Hospital Militar Central, Hospital Central de la Policía y los amigos, se recuerdan los buenos y los malos resultados, la suma de todo permite disfrutar de los momentos de soledad y placer como la pesca.

No siempre se logra conseguir el más grande o el más hermoso, pero lo que se coge, es lo que podemos disfrutar. Lugares como esta fuente de agua cristalina, con una buena compañía, mi esposa Judith, Flavio, titán, mi perro, disfrutamos las cosas sencillas de la vida.

domingo, 19 de junio de 2011

Mi coronel


El tiempo pasa, algunas veces para bien. El Dr. Luis carlos Rincón, mi antiguo jefe, ahora debemos llamarlo mi coronel de tres estrellas, consiguió llegar con esfuerzo y méritos. Felicitaciones. Para celebrar su ascenso, sin cepillo. Nos reunimos en el Amarti , un buen lugar para disfrutar un rato con los compañeros de trabajo, (la fotógrafa, parece que los vinillos le hicieron efecto, pero de todas maneras quedó el recuerdo). Los demás invitados no salieron, mis disculpas. El Dr. Jhon Peralta y la Doctora Lina, se quedaron por fuera, igual que la fotógrafa. Se comentaron los progresos del servicio de Cirugía Pediátrica, sus nuevos integrantes, proyectos y metas; quienes ya nos retiramos, continuamos con igual sentimiento de gratitud al Hospital Donde nos formamos, trabajamos y pudimos compartir nuestros esfuerzos, hoya trabajamos en diferentes lugares, pero seguimos vinculados afectivamente. Lo mejor de la vida para el nuevo coronel y que continúen sus éxitos al frente del servicio.

domingo, 1 de mayo de 2011

Puerto López

Hoy primero de Mayo, día del trabajo, no trabajé Volví a Puerto López, un lugar de muchos recuerdos de mi adolescencia, las primeras aventuras de pesca y caza, los primeros negocios de fincas en el llano. Recordé a la abuela, con su frase : "que hace como un guey solo?". Mi amigo Rafael Ruiz Arias, me enseñó a pescar y me dió los primeros indicios del tiro a la perdiz. Recordé los viajes interminables en caminos muy duros, con muchas horas de recorrido. En el fundo del melua, teníamos una cabañita, y cuando llegábamos, la hamaca era el primer elemento que acomodábamos, era el lugar de descanso. No faltaba el llanero, llamado micho por mi socio, disminuía el molesto acoso de los mosquitos. El programa de pesca en el rio melua de noche, era la norma, que barbaridad. Hacíamos tonterías, bucear de noche para sacar un anzuelo enredado. Lo recuerdo como si fuera hoy, esa vez estando en el fondo del pozo me pregunte: que hace usted aquí ? por un anzuelo? o para demostrarle al baquiano que usted también puede hacer lo que él hace. Se olvida que en esos ríos, las anguilas o temblones como los denominábamos existen, las boas y demás cositas. Las esperas en un café en el puerto, tomando tinto mientras nuestro socio llegaba en otro bus. Conseguíamos un carro y viajábamos. Que tiempos cuando la vida era fácil, todo parecía sencillo, éramos capaces de hacer todo. Eso se llama juventud. Todo cambia, la carretera asfaltada, el paso en el río metica no es en planchón, sino por un puente y los bajos ya están con terraplén y asfaltados. Una vez en invierno pasando el río metica, en los bajos unos amigos bebían cerveza a costa de los ingenuos como yo; que les pregunte por donde pasaba el carro y claro, muy atentos me guiaron al hueco y luego me ofrecieron los servicios del tractor, que tenían para cobrar una canasta de cerveza por la sacada. Recordar es vivir, se vuelve a ser joven por momentos, pero la realidad es otra.

Hoy en mi día de descanso, de mi nuevo trabajo en Villavicencio, después de terminar mi ciclo en el Hospital Militar Central y en la Universidad Javeriana, también me hago algunas reflexiones, en mis primeras jornadas de especialista, todo lo veía fácil, no tenía temores, igual que cuando enfrentaba el río melua en las noches.Esto lo digo para mis residentes, que todavía los sigo nombrando así por afecto. En la madures se piensa más antes de actuar

viernes, 2 de abril de 2010

Merecido desacanso


Después de muchos años de servicio al Hospital Miliar central y en los últimos al servicio de cirugía pediátrica, Marina Sierra deja su actividad al lograr una merecida jubilación. En el servicio se le dio un pequeño reconocimiento a su labor, sus antiguos residentes y amigos la acompañaron. El jefe Dr. Luis Carlos Rincón y su amigo Dr. Luis Daniel Abril participaron en los regalos; le deseamos lo mejor de la vida y desde aquí le damos las gracias por su apoyo y dedicación a su trabajo, resaltando su lealtad y cumplimiento.